Existen varias formas de analizar una obra de arte, por lo que en este caso emplearemos la propuesta de Russo (2010), Prieto (2017) y Malagón (2017) quienes coinciden en señalar que el análisis de una obra pictórica debería contemplar los principios que se enlistan en el siguiente organizador:
Como analizar una obra de arte – La composición:
Se refiere a la manera que ha elegido el artista para distribuir los elementos de su representación en el soporte, el cual es normalmente rectangular.
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Como analizar una obra de arte – El peso visual:
Kandinsky propuso dividir el plano básico en cuatro parces iguales, y establecer las secciones inferior y superior, además de la derecha e izquierda. La zona superior es la que menos peso visual solera, y la inferior, la que mayor peso visual tolera. El peso visual se puede definir como un efecto óptico que produce una figura grande y maciza, o un color intenso. Es la zona que se percibe como cargada.
Tradicionalmente, la zona de mayor peso visual de la obra se corresponde con el sector inferior derecho, y la zona más de menor peso visual con el sector superior izquierdo.
Centros:
Determina las partes de la obra que son más relevantes. Siempre existir aún centro principal y puede haber uno o más centros secundarios. Los centros son fácilmente identificables porque nos Llaman la atención de inmediato. Por dar un ejemplo muy conocido, el centro de «La Gioconda» de Leonardo da Vinci es, sin duda, el rostro de la mujer.
Los Ejes:
Son Líneas imaginarias, horizontales, verticales u oblicuas, alrededor de las cuales se han distribuido los elementos de la pintura. Se cruzan en relación con la posición que ocupan los centros dentro de la obra. En la pintura de la Gioconda, se observa que el eje es el vertical que atraviesa a la mujer, dividiéndola en dos mitades perfectas.
Equilibrio:
Están determinados por la sensación de estabilidad que transmite una pintura. Una buena obra de arte está perfectamente equilibrada. Con una adecuada distribución de los cuerpos dentro del espacio de manera que conformen una armonía de conjuntos. Este concepto se relaciona mucho con los pesos visuales.
Líneas:
Principalmente, aquellas que contornean las figuras o que las delimitan, aún como aquellas que marcan dirección. Pueden ser quebradizas o redondeadas, gruesas o finas. Estas líneas pueden marcar un horizonte, o también pueden otorgarle a la obra una gran sensación de profundidad (perspectiva).
Tensiones dinámicas:
Son las fuerzas que crean movimiento en la obra, las tensiones se expresan mediante numerosos medios visuales. En primer lugar, el movimiento depende de la proporción. En el círculo, las fuerzas dinámicas se disparan desde el centro en todas direcciones. En el óvalo y el rectángulo existe tensión a lo largo del eje mayor (vertical en el primer caso y horizontal en el segundo). El contenido de la obra definirá hacia dónde se dirige ese eje, arriba o abajo, si a la izquierda o derecha. Otros recursos para crear movimiento son la oblicuidad de las líneas o formas, la deformación de las figuras y también la interacción de colores que contrastan.
El Contenido:
«Toda Obra de arte debe expresar algo»
.RUDOLPH ARNHEIN, FILÓSOFO ALEMÁN ESPECIALISTA EN EL ANÁLISIS DE OBRAS DE ARTE.
Esto significa, en primer lugar, que el contenido de la obra debe ir más allá de la presentación de los objetos individuales que la constituyen. Estos elementos individuales son los representativos o denotados, es decir, aquellos que se identifican sin esfuerzo. También se denominan signos icónicos. En la Gioconda, los signos icónicos son la figura de la mujer y el paisaje detrás. En un cuadro abstracto, sin embargo, puede ser un círculo coloreado o una mancha sin forma específica.
Por ello, para analizar una pintura es importante alejarse de la impresión de lo puramente denotativo. Si nos guiamos únicamente por los signos icónicos, Lo máximo que podemos llegar a decir de La Gioconda es que representa a una mujer sentada. Si al analizar una obra de arte nos enfocamos únicamente en el significado explícito, estamos renunciando a descubrir qué connota la obra, qué nos quiere decir el autor más allá de lo que muestra.
No debe confundirse contenido con tema, el tema es muy general y determina el marco en el que se desarrolla la obra: asunto religioso, momento histórico, mitología, retrato, costumbrismo (vida cotidiana), bodegón y paisaje.
Como analizar una obra de arte – Textura, forma y color:
Estos tres elementos, de los que se valen todos los pintores, son imprescindibles para terminar de comprender la fuerza expresiva de la obra. Ninguno de ellos tiene significado por sí solo, pero al utilizarlos dentro del concepto de una obra, la cargan de sentido. Así, por ejemplo, una composición Llena, de colores vivos y luminosos, connota alegría y vivacidad. Por el contrario, una pintura con colores ocres y apagados, que presenta pocos contrastes, transmite tristeza y opresión.
La textura de la que se ha valido el artista produce distintas emociones. Se puede crear por efecto de colores, o directamente por la marca del pincel. Un trazo grueso y furioso transmite inquietud y una delineación suave y fina aportará calma.
Como analizar una obra de arte – Aspectos Técnicos:
Hay que definir cómo ha sido ejecutada (técnica), cuál es su soporte, y cuáles son sus medidas. Así se determinará, por ejemplo, si se trata de una acuarela o de un óleo sobre lienzo.